sábado, 6 de marzo de 2010


Mirar el mar, un bosque o mirar el cielo suelen producir una sensación de serenidad benéfica para el individuo, hace poco un estudio científico con técnicas de neuroimagen demostraba este aserto en lo que se refiere al cielo. La ciencia...hace tiempo que se dedica a demostrar lo obvio y, como si sin su sacrosanta bendición no pudiera refrendarse como válido lo que sabe y siente el individuo común, da presuntuosamente márchamo de veracidad a lo que para todos era ya una realidad. Aún así, hay ocasiones en que los edificios parecen acosar al cielo y lo constriñen formando un riachuelo anorexico y languideciente que parece querer defenderse tomando forma de alambre de espinos

1 comentario:

  1. ¿Pero hay alguien que mire al cielo a parte de ti? Bastante tenemos con mirar al frente para no estamparnos con la persona que tenemos delante, no fuera que tuviéramos que sonreir a un extraño y pedirle perdón por nuestro atropello...

    Apenas miro el cielo, ni a los ojos de un desconocido. Solo cuando estoy lejos de la ciudad, pero entonces, es otro cielo.

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