viernes, 29 de enero de 2010

Parece que ya son muchos los expertos que admiten que esta crisis económica mundial no va a suponer un cambio en las formas de hacer de la economía imperante, el más reseñable es Paul Krugman, el autor dice que los causantes de todos los males no han aprendido la lección y vuelven a las andadas, será por lo que dice G.F. Lowenstein: la codidica no se detiene. Hay un cierto tono de beatitud en el aguerrido premio Nobel P. Krugman, porque si hacemos caso de las noticias en los medios de comunicación, no vuelven a las andadas, siempre anduvieron la misma senda.
Ahora se oyen insistentes voces criticando con acidez el excesivo endeudamiento público en que han incurrido los Estados afectados por la crisis, esas voces son las mismas que han fomentado, jaleado e impulado las medidas económicas que han provocado la crisis y ahora, después de vaciar las arcas públicas aumentando ese déficit público para tapar los grandes agujeros generados por ellos mismos, arremeten contra esos gobiernos que los han mantenido a flote, les han proporcionado más ganancias y han empobrecido a la mayor parte de la población. ¿Esa crítica es gratuita? viniendo de quien vienen eso es impensable, el próximo paso es que, armándose con ese argumento, van a exigir la privatización de todos los servicios públicos que les sea posible por mor de una supuesta sostenibilidad. J. Almunia, ahora como comisario europeo ya dio hace unas semanas el primer aviso en esa dirección. Estos días están en Davos tratando de dar aparencia de buen gobierno a su dinámica de aumentar las injustas y peligrosas desigualdades sociales



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