miércoles, 6 de enero de 2010

De algunos efectos de la injusticia social permanente

"La indiferencia Ética proviene del modo en que la demografía organiza la fatalidad, no por una educación laica que genere valores relativos" (C. Monsivais)


Pienso que muchos no estarán de acuerdo, especialmente aquellos que históricamente desde sus púlpitos han justificado una organizada fatalidad homicida que nada tení­a ni tiene de inevitable. Es humana, totalmente humana y, por tanto, evitable. En el mismo artí­culo C.Monsivais habla también del poder de impregnación de la voluntad homicida,esa impregnación se da porque en una situación de injusticia homicida golpe agolpe impuesta, sin más instancias a las que apelar, se está en los dominios de la violencia y, como dice H. Arendt, en ellos queda excluida la palabra y, por tanto ¿qué nos queda?

Otro gran engaño es hacer pasar por fatalidad aquello que es consecuencia de los actos de ciertos grupos humanos, como el orden destructivo en que vivimos.

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