Buena parte de la población está convencida de que las severas dificultades económicas de sus convecinos son por causa de las circunstancias actuales, la famosa crisis global mundial, pero hasta ahora ha querido desconocer la realidad de la situación de toda la pasada década y finales de la anterior, cuando vivían en la creencia de que todo era prosperidad y riqueza boyante. Digo que no han querido ver porque información fehaciente y sólida en sentido contrario, sí había. Tomemos el Informe sobre la pobreza en Catalunya de la Caixa de Catalunya del año 2003 en la que se manejan datos de 1999 y del 2000: casi la quinta parte (19% y en Catalunya era el 18,6% de la población española estaban por debajo del umbral de pobreza definido por unas rentas anuales por debajo del 60% de la renta mediana (no media). Sólo dos países nos superaban en la EU-15. Otro drato preocupante era que la había una gran parte de la población con rentas muy cercanas al umbral de pobreza con lo que cualquier empeoramiento de las condiciones económicas podía hacerlas caer por debajo, como así ha sido. Se sabía por datos del INE que más de un tercio de la población no tenía ninguna capacidad de ahorro, que las parejas en las que un miembro tenía un trabajo con contrato precario, sufrían privación relativa, pero todos los que podían haber tomado medidas no quisieron hacerlo, siguieron exprimiendo la situación con nuevas hipotecas monstruosas y créditos engañosamente fáciles para nuevas viviendas, generándose paralelamente el chavolismo vertical, aumentando el riesgo de exclusión social y generando más pobreza, todos esos informes avisaban que las desigualdades sociales, lejos de ser reducidas por políticas redistributivas, iban en aumento. Algunos medios de comunicación de masas, como en cuentagotas, iban sacando algo de eso en sus foros, pero predominaba el camuflaje, el mirar para otro lado y la información encarada a una pequeña élite informada, en general predominó la negativa a ver la realidad, ahora todo es extrañeza, irritación y culpabilizar al gremio político (que parte de culpa tiene), pero aquí nadie hizo los deberes y el ladron hizo de las suyas, historia tiene.
Buena parte de la población está convencida de que las severas dificultades económicas de sus convecinos son por causa de las circunstancias actuales, la famosa crisis global mundial, pero hasta ahora ha querido desconocer la realidad de la situación de toda la pasada década y finales de la anterior, cuando vivían en la creencia de que todo era prosperidad y riqueza boyante. Digo que no han querido ver porque información fehaciente y sólida en sentido contrario, sí había. Tomemos el Informe sobre la pobreza en Catalunya de la Caixa de Catalunya del año 2003 en la que se manejan datos de 1999 y del 2000: casi la quinta parte (19% y en Catalunya era el 18,6% de la población española estaban por debajo del umbral de pobreza definido por unas rentas anuales por debajo del 60% de la renta mediana (no media). Sólo dos países nos superaban en la EU-15. Otro drato preocupante era que la había una gran parte de la población con rentas muy cercanas al umbral de pobreza con lo que cualquier empeoramiento de las condiciones económicas podía hacerlas caer por debajo, como así ha sido. Se sabía por datos del INE que más de un tercio de la población no tenía ninguna capacidad de ahorro, que las parejas en las que un miembro tenía un trabajo con contrato precario, sufrían privación relativa, pero todos los que podían haber tomado medidas no quisieron hacerlo, siguieron exprimiendo la situación con nuevas hipotecas monstruosas y créditos engañosamente fáciles para nuevas viviendas, generándose paralelamente el chavolismo vertical, aumentando el riesgo de exclusión social y generando más pobreza, todos esos informes avisaban que las desigualdades sociales, lejos de ser reducidas por políticas redistributivas, iban en aumento. Algunos medios de comunicación de masas, como en cuentagotas, iban sacando algo de eso en sus foros, pero predominaba el camuflaje, el mirar para otro lado y la información encarada a una pequeña élite informada, en general predominó la negativa a ver la realidad, ahora todo es extrañeza, irritación y culpabilizar al gremio político (que parte de culpa tiene), pero aquí nadie hizo los deberes y el ladron hizo de las suyas, historia tiene.
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