martes, 19 de enero de 2010


El aislamiento, a veces, puede ser una sensación subjetiva que no se ajusta a la realidad; otras, en cambio, es totalmente real, en ocasiones por la actitud de la mayoría de los que te rodean, otras porque no te sientes identificado con nadie. La palabra idiota, proviene del griego "idiotés": único, particular, simple. Al parecer, en la antigua Grecia, también se usó para denominar al "hombre privado" en contraposición al "hombre público" con una autoridad o un cargo, la evolución revela una clara relación entre poder político y lenguaje, el que no participaba en la vida pública era "idiotés", el que tenía un cargo, no. En la medida en que muchas personas no nos sentimos identificadas con ningún grupo humano, somos "idiotés" en el más puro sentido etimológico del término, aunque tengamos una idea bastante aproximada de quien somos. Me reivindico idiota.

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